Por partes...se acabó la ilusión de niños, esa que desbordaba y hacia que no pudíesemos dormir el día anterior esperando por un simple juguete, que hacía que lo demás no importase, ya que, teníamos en nuestras manos ese trocito de alegría, que por lo menos, nos duraba todo el día...
Sin embargo, ese tiempo ya pasó a mejor historia...hemos crecido, esa ilusión ya se ha ido, aunque...parece que no por completo, no somos pequeños, pero disfrutamos con lo que damos y como no, con lo que recibimos. La sonrisa de un padre es igual de gratificante o mejor que la de un pequeño, porque al fin y al cabo todos somos como niños, o simplemente...pequeños niños grandes...!

No existe la persona perfecta y jamás existirá, sin embargo, cada día me gustan más tus imperfecciones, porque te hacen ser quien eres, alguien impresionante, que me hace divagar cada vez más...y que vuelve loco, cuando a su lado voy a estar...
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